domingo, 31 de octubre de 2010

EN EL TIEMPO DE LAS MARIPOSAS



Patria, Minerva y Mª Teresa, tres de las hermanas Mirabal, asumen un compromiso político para tratar de derrocar el régimen dictatorial. Las hermanas son acosadas, perseguidas por los esbirros trujillistas y, finalmente, encarceladas junto con otros tantos opositores a la dictadura. La familia Mirabal sufre en carne viva la desgracia de las tres hermanas a causa del acoso y las represalias por parte del Servicio de Inteligencia (SIM). La novela llega a su clímax con el asesinato de las tres hermanas Mirabal, faltando sólo unos meses para el derrocamiento de Trujillo (Mayo 1961).
El 25 de noviembre de 1960 se encontró, al pie de un risco, en la costa dominicana, los cuerpos de las tres hermanas. Según la versión oficial, se trataba de un accidente. Ningún diario publicó la verdad que muchos conocen: que las tres mujeres muertas, las hermanas Mirabal, luchaban contra el régimen dictatorial del general Trujillo dentro del Movimiento 14 de Junio (M-14J), y que una cuarta hermana, Dedé, seguía con vida.
Las protagonistas principales de la novela son las cuatro hermanas Mirabal: Patria, Dedé, Minerva y María Teresa Mirabal. No podemos olvidarnos en ningún momento de Rafael Leónidas Trujillo, que durante tres décadas fue el dictador de la República Dominicana.

Toda la novela se desarrolla en Santo Domingo y principalmente en “Ojo de Agua” pequeña localidad de Salcedo, aunque no podemos olvidarnos de las prisiones en las que estuvieron encarceladas Minerva, Mª Teresa y sus maridos.

ESTILO

En el Tiempo de las Mariposas es una novela narrativa histórica de ficción.
La narrativa de Julia Álvarez es una narrativa que se construye desde otra lengua. Ella escribe en inglés y su novela es traducida al español. Desde una cultura muy distinta a la vivida en su niñez, Julia ha ido registrando sus raíces a través de dos focos de conflictividad de la nación dominicana: la tiranía de Trujillo y la dispersión de la comunidad hacía EE.UU. Su escritura se define como un reencuentro. La recuperación Es una escritura de diáspora, de discursos identificativos, de disonancias por construirse en otra lengua.

LECTURAS:

1. ¡Jamás una gringa dominicana en un auto alquilado, con un mapa de carreteras, preguntando los nombres de las calles! Dedé había recibido la llamada en el pequeño museo esa mañana.
¿Podía ir a hablar con Dedé acerca de la hermanas Mirabal? Ella es de aquí, originariamente pero ha vivido muchos años en los Estados Unidos, por lo que lamentablemente, no habla muy bien el español. Allí nadie conoce a las hermanas Mirabal, cosa que también lamenta, porque nadie debería olvidarlas, Heroínas anónimas de la oposición clandestina, etc.
¡Dios mío, otra más! Ahora, después de treinta y cuatro años, las conmemoraciones y entrevistas y presentaciones de honores póstumos casi se han terminado, de modo que durante meses, Dedé puede reasumir su vida normal. Pero ya está resignada a lo que pasa cada noviembre. Año tras año, cuando llega el 15, aparecen los equipos de televisión. Se produce la infatigable entrevista. (17)

2. Fuimos rápidamente hacia el jeep, como si tuviéramos que alcanzar al camión. No sé, pero era como si volviéramos a ser niñas, y camináramos por la parte oscura del jardín, con un poquito de miedo, un tanto excitadas por nuestros temores, anticipando la llegada a la casa iluminada una vez traspuesta la curva…….(291)

3. Por lo general, de noche, las oigo cuando me voy quedando dormida. A veces estoy en el borde mismo de la inconciencia, esperando, como si su llegada fuera la señal para poder dormirme. El crujido de los pisos de madera, el rumor del viento en el jazmín, la profunda fragancia de la tierra, el canto de un gallo insomne. Sus suaves pasos de espíritu, tan indefinidos que podría confundirlos con mi propia respiración. Su manera diferente de pisar, como si los espíritus hubieran retenido su personalidad (…) Pero todo lo que oigo es mi propia respiración y el silencio bendito de aquellas noches frescas y claras debajo del anacahuita antes de que nadie pronunciara una palabra sobre el futuro. Y los veo a todos en el recuerdo, inmóviles como estatuas: mamá y papa y Minerva y Mate y Patria. Y ahora pienso que falta algo. Y los vuelvo a contar antes de darme cuenta: soy yo, Dedé, la que sobrevivió para narrar la historia.(313-314)

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